viernes, 17 de enero de 2020

El espesor de las palabras: No me tomès a la chacota por Luciano Molina profesor.

El espesor de las palabras: No me tomès a la chacota de Gloria Candioti  por Luciano Molina profesor. 
 ¿Qué alcance tienen las palabras? ¿Cuál es el poder reparador o destructor en ellas? Pero sobre todo, ¿cuál es su peso histórico? Estas preguntas, perduran efervescentes a través de la novela “No me tomes a la chacota” de Gloria Candioti. Y es que su protagonista, Damián, queda encantado ante la historia de aquellas palabras o frases, narradas por Ña Chacota, en el almacén de ramos generales. Dicen que la literatura cambia y que el autor que logre transformar con las palabras, habrá logrado el objetivo máximo de todo narrador. No sólo las palabras reveladas por Ña Chacota se mimetizan con la vida de Damián hasta convertirse en la solución a sus problemas, el lector no queda indiferente ante cada enseñanza. Y como Gloria nos obliga a transportarnos, por el hechizo del origen de las palabras, a algún momento de nuestra vida, ya sea dichoso o trágico, puede estar feliz de haber alcanzado dicho objetivo. Existe en "No me tomès a la chacota" una familiaridad conocida por todos, hay un aroma a pueblo y un dejo nostálgico que nos remonta a nuestra infancia. Existe también, problemáticas sociales actuales, como el bullying, que merecen ser tratadas desde la juventud, y es por eso que es un libro ideal para analizar en la Escuela Secundaria. Las durezas de la vida que soporta sobre sus hombros el personaje protagonista en esa etapa iniciática se va descubriendo bajo una luz única hecha a la medida de una profunda sensibilidad. La memoria es su tema central, sin embargo también podría serlo la libertad, porque ineludiblemente, atraviesa a los personajes centrales de la novela. O bien, quizás, podría ser su tema: la redención. Porque, ¿quién no estuvo del lado de ña Chacota, de Jazmín o del Chancho alguna vez? Hacia la segunda parte de la historia, descubrimos que nada es casual, que capitalizado el conocimiento nos sirve. Hay en la novela una voz de narrador experimentado, de aquel que escribe con el oído, de una manera casi coloquial, que es, en realidad, un ejercicio extremadamente complejo que Gloria resuelve muy bien. Pero sobre todo, hay humanidad. Cada palabra tiene su historia, su peso, su espesor, lo sabía Sherezade y logró salvar su vida, lo supo Damián y logró salvar la de Jazmín. Y la novela, como ya dije, lejos de sernos indiferentes, también tiene el poder de salvarnos de nosotros mismos. Seguro que, este relámpago narrativo, a los potenciales lectores, aquellos que exploren segundas lecturas, los traslade a esa infancia dichosa, los haga cuestionarse sus errores, y también que se identifiquen con la historia de vida de su personaje. Seguro que, el que haga una lectura superficial, sabrá disfrutar de un relato que engancha, sobre todo, por lo bien contado que está.
  





No hay comentarios.:

Publicar un comentario